¿Sabías que la ley federal en los Estados Unidos solo permite a los empleados elegibles tomar hasta 12 semanas de licencia sin sueldo por razones familiares y médicas, incluida la licencia por maternidad? Sin embargo, esto solo aplica a empresas con 50 o más empleados, dejando a muchas mujeres sin esta protección. En Puerto Rico, la ley establece un mínimo de 8 semanas de licencia por maternidad para las nuevas madres, con 4 semanas adicionales por complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto, generalmente sin sueldo.
¿Cómo es posible que, en un mundo donde los trabajos remotos son una realidad, las mujeres tengan que volver a la oficina después de solo dos meses de maternidad? Debería ser una ley que, si el trabajo puede realizarse de manera remota, las mujeres puedan quedarse en casa con su bebé y trabajar mínimo hasta los 6 meses del bebé.
El parto y la maternidad pueden ser uno de los momentos más desafiantes para una mujer, y el estrés de tener que regresar al trabajo dejando a tu bebé de dos meses al cuidado de otra persona no ayuda en absoluto. Me asombra, y no de una buena manera, que en esta época de tecnología tan avanzada no se les dé a las mujeres la opción de trabajar de forma remota para quedarse en casa con sus bebés.
Tuve a mi primer hijo a los 24 años, y nació cuando estaba de 37 semanas de embarazo. A las 32 semanas, me enviaron a reposo en casa porque estaba dilatando y era un gran riesgo para el bebé. Durante ese tiempo, no pude trabajar y no recibí pago porque tuve que decidir entre tomar una licencia sin sueldo o comenzar mi licencia de maternidad de inmediato, sin que el bebé hubiera nacido. Fue un momento estresante para mí y para el padre del bebé. Tuvimos que sentarnos a hablar de finanzas para ver cómo podíamos manejar nuestras cuentas sin ahogarnos.
Entiendo que la empresa no era responsable de lo que me estaba pasando, pero las opciones que me dieron no eran muy buenas tampoco. Las siguientes cinco semanas fueron difíciles y, para decirlo suavemente, depresivas. No dejaba de pensar en que no iba a recibir dinero y, además, tenía que estar en reposo, así que no hice nada durante ese tiempo. Como el trabajo remoto no era una opción, tuve que buscar centros de cuido en mi pueblo para ver dónde podían cuidar a mi bebé de dos meses. Tuve la bendición de contar con un familiar que tiene un centro de cuidado infantil, quien tuvo un espacio disponible para mi bebé y fue la encargada de su cuidado, pero no muchas mujeres tienen esta opción.
En ese momento, el trabajo remoto no era tan popular como lo es hoy. Pero, ¿han considerado las empresas el trabajo remoto como una alternativa para permitir que las mujeres se queden en casa con su bebé mientras son productivas para la empresa? Un estudio de Harvard Business Review (2020) dice que “la investigación publicada en HBR reveló que las empresas que ofrecen opciones de trabajo remoto tienen una tasa de rotación un 25% más baja. Los empleados a quienes se les brinda flexibilidad son menos propensos a buscar nuevas oportunidades laborales, lo que conduce a una mayor retención”. La investigación de Gallup indica que los trabajadores remotos suelen estar más comprometidos y ser más productivos. Los empleados que pasan entre el 60% y el 80% de su tiempo trabajando de forma remota reportaron los niveles más altos de compromiso.
¿Están las empresas aprovechando las oportunidades del trabajo remoto después de la licencia de maternidad? Es una pregunta importante y puede decir mucho sobre las empresas que lo hacen. Traigo esto a colación porque trabajo de forma remota y acabo de tener a mi tercer hijo. No tomé los dos meses completos y estuve revisando trabajo mientras estaba en el hospital porque sabía que iba a regresar a casa y quedarme con mi recién nacido mientras trabajaba. Cuando tuve a mi segundo hijo, llevaba un año trabajando de forma remota e hice lo mismo. Esto no afectó mi trabajo ni mi rol como madre porque tenía la tranquilidad de saber que podía quedarme en casa después de los dos meses de maternidad. Entiendo que hay unos por menores a trabajar y cada caso es particular pero la discusión no existe y debe ser traída a los canales y a las personas que pueden cambiar las leyes laborables.
La maternidad es un tema serio pero subestimado que debería abordarse y solucionarse a nivel industrial. Como mujeres, merecemos tener opciones que nos beneficien a nosotras y a nuestro empleador.
